Trucos para preparar el mejor Gin Tonic - cristalgrabado.es

• Copa amplia: Muchos piensan que pedir un gin-tonic en copa de balón es cuestión de 'postureo'. Sin embargo, y aunque quede mejor en la mano -o en la foto para Instagram-, en el mundo de la coctelería todo tiene su porqué. "No es necesario que sea redonda, puede ser alargada, pero sí tiene que tener las dimensiones adecuadas para que quepa todo el combinado", cuenta Brown. Es la regla número uno, descarta el vaso de tubo.

• Hielos consistentes: Para este experto en cócteles, este punto es fundamental. Quizá, el más importante de todos, porque "el tamaño y tipo de hielo influyen en el sabor final del gin-tonic". Tiene que ser consistente para que no se derrita y arruine el combinado. "Un buen bartender tiene que entender a la perfección cómo usar el hielo. Si es pequeño, se diluye rápidamente en la copa". Mejor, voluminoso y denso.

• Enfriar la copa: Es ese ritual que realizan los cocteleros tras poner unos cuatro o cinco cubitos en la copa, y que consiste en darles vueltas con una cucharita y retirar el agua sobrante que se derrite. También puede parecer un paso más 'cool' que útil, sobre todo cuando el gin-tonic se pide en un local. Pero, según Brown, "no hay comparación entre servir la bebida en una copa con las paredes enfriadas que en una que está a temperatura ambiente". El hielo tardará más en derretirse y el primer trago resultará más apetecible.

• Preparación previa: Cuando nos disponemos a preparar un gin-tonic tenemos que tener todos los ingredientes delante. El maestro pone un simple ejemplo: "¿Qué pensaríamos del bartender que empieza a preparar una copa y se va por ahí a buscar la tónica? No puedes detenerte una vez que la ginebra ha tocado los hielos, el gin-tonic muere". Ya sabes, puedes entretenerte más o menos con los detalles, pero todo tiene que ir rodado.

• Selección de la ginebra: Se trata del componente esencial de la copa y, con tanta variedad, hay que saber elegir. Las 200 -o más- etiquetas que se comercializan en España cuentan con una serie de botánicos comunes, como las bayas de enebro. La singularidad proviene del resto de ingredientes -plantas, hierbas, especias...- que realizan su maceración con alcohol. "Si hoy en día entro en un local y un bartender me dice que sólo tiene una clase de ginebra es igual que si voy a un restaurante sólo tienen un plato o el chef cocina con una sola especia. Un buen síntoma de que el bar es bueno es que disponga de una gran selección de ginebras, y un buen barman es aquel que las conoce bien y distingue los matices que pueden aportar a una copa". Hay ginebras secas o clásicas, herbáceas, florales, cítricas o especiadas. "Todas ellas cuentan con una serie de aromas encerrados en la botella, y se pueden trabajar de formas muy diferentes". Aplícate y encuentra la tuya.

• Proporciones adecuadas: Equilibrio es una de las palabras más recurrentes cuando se habla de gin-tonic. "Si uno es bartender con la experiencia de años, puede calcular más o menos la cantidad de ginebra a la perfección, pero lo ideal es utilizar un medidor-dosificador para asegurarnos de una calidad constante en los gin-tonics", explica Brown. La deseada armonía se consigue con una quinta parte de ginebra y cuatro quintas partes de tónica.

• Elección de la tónica: Al igual que descubrir la ginebra requiere de tiempo -y de cata-, la bebida carbonatada que le acompaña en la mezcla final cada vez es más importante. Buena prueba de ello es que las tónicas premium en el mercado se están multiplicando, aunque todavía no lleguen a la diversidad de las ginebras. Este gurú recurre a un clásico: la Schweppes.

• Que no rompa la burbuja: No basta con tener una buena tónica, "de esas que cuando se abren desprenden un aroma único y un sonido inconfundible". Servirla muy lentamente también forma parte de la ceremonia. Jared recomienda ayudarse de una cuchara mezcladora -la misma que se utiliza para enfriar la copa-. "Así la tónica potenciará todos los aromas que la ginebra tiene".

• El aderezo: Regaliz negro, una rodaja de pepino, fresas, pétalos de rosa... Cada marca tiene su receta como cada maestrillo tiene su librillo. El adorno final se ha convertido en uno de los componentes más notables de la copa. Cuestión de gustos.

• Disfrutar de la experiencia: Si nos tomamos el tiempo de seguir todos los pasos de esta lista, qué menos que detenernos también a la hora de saborear el gin-tonic. "Es una copa que se disfruta con cada sorbo".

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