La cantidad de vino que se debe echar en la copa de cristal para ser degustado depende del tipo de vino que se va a servir. La regla general apunta a que se debe llenar la copa hasta la parte más ancha de la misma. Con frecuencia se cae en el error de llenar la copa hasta el borde o esperar a que el comensal haga un gesto indicando que no quiere más. No obstante hay una serie de consejos para que cada tipo de vino se disfrute con mayor medida y ofrezca todo su potencial. Vinos blancos . Los vinos obtenidos de la fermentación del vino sin semillas ni cascarillas se deben llenar hasta las tres cuartas partes de la copa, siendo más generosa la cantidad servida que en los vinos con variedades de uva tinta. Vinos tintos . En esta categoría se diferencia entre los tintos jóvenes y los de crianza o reserva. Los vinos jóvenes o cosecheros deben llenarse hasta la mitad de la copa ya que al tener matices más ligeros no ocurre nada por ser generosos en la cantidad a servir.
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